sábado, 5 de julio de 2014

CLASES DE MÚSICA COLOMBIANA

La costa atlántica y su música

Esta región fue clave como punto de contacto y partida de expediciones conquistadoras y  área de fomento del comercio. Por eso, allí aparecen antiguas y poderosas  ciudades como Cartagena, Santa Marta, Riohacha, Valledupar y Mompós donde se fusionaron indígenas, españoles y esclavos africanos.

Las fiestas y la música religiosas española en honor de la Virgen (La Candelaria, los Remedios, La Inmaculada), la Cuaresma, Corpus Christi, San Juan y La Navidad, sirvieron para catequizar indígenas  y esclavos y comenzar el mestizaje musical, en el cual también influyeron las tertulias y bailes en las casas de los españoles acaudalados en donde danzas europeas cortesanas como la gavota, el rigodón, paspiés, pasacalle, contradanza y populares como la jota, el fandango y las seguidillas fueron lentamente asimiladas y transformadas por indígenas y africanos.

Se iniciaron con antiguos cantos de vaquería propios de las zonas gana

Los cantos vallenatos

deras de Valledupar, en donde el tambor de un solo parche, llamado ahora "caja" se unió a la guacharaca para servir de base a narraciones cantadas, que hablaban de las penurias y anhelos del campesino, reflejaban la crítica social o la visión picaresca y alegre de esos pueblos costaneros. Tal parece que sufre influencia de ciertos aspectos melódicos de los arhuacos y guajiros, luego de los africanos  y de los europeos, de estos últimos con las coplas y décimas y con su aporte reciente del acordeón de botones.

Música de los andes colombianos

Los festejos religiosos de Navidad, Corpus Christi, San Juan y las peregrinaciones a los santuarios de la Virgen (Chiquinquirá, Monguí, Chinavita), sirvieron para unir en el ámbito popular a los españoles y los indígenas; para crear hacia el siglo XVII el torbellino, loscantos de la guabina y gran cantidad de juegos danzados.

Nacimiento del Bambuco

Los bailes de fandango, la tirana, el bolero y la seguidilla de la provincia de Andalucía, fueron muy populares entre la clase media española asentada en el territorio de Colombia. Estos Bailes constituyeron el punto de partida para la creación de fandaquillos criollos y el capituco, que evolucionaron y se diversificaron en el siglo XIX, gracias a los aportes indígenas y africanos existentes en los antiguos departamentos de Antioquia y Cauca, que se convirtieron en la cuna colombiana del bambuco.

Del vals al pasillo andino

En el siglo XIX en Europa, se propagó desde Viena (Austria) la música y danza de salón llamada waltz (vals) que al llegar a nuestro país se comenzó a distinguir con el nombre de "el strauss”, nombre tomado del apellido del famoso compositor de valses Johan Straus.  Gracias a la sensibilidad artística de nuestros músicos, este aire musical se fue transformando en el "vals del país" o el "colombiano" y más recientemente en el "pasillo".

De los refinados salones de las principales ciudades colombianas, pasó a las plazas públicas y allí se convirtió en el "pasillo fiestero" que ha llegado a ser pieza obligada de las bandas de pueblo.  Por último, es importante resaltar que la alianza entre nuestros poetas y compositores le ha dado al pasillo una alta calidad expresiva que se manifiesta de muchas formas en estos sentidos y conmovedores cantos del alma colombiana.

Costa pacífica colombiana

El trabajo de los esclavos africanos hizo prosperar las grandes haciendas del viejo Cauca (Chocó, Valle, Cauca, Nariño) y su mano de obra en las minas significó primero un enriquecimiento para la corona española y luego para los grandes terratenientes criollos. Las culturas africanas llegadas a esta costa fueron sensibles a la influencia cultural española, lo cual explica la gran asimilación y reinterpretación que hicieron de ella.

Dados los lujos de la aristocracia caucana, la música y la danza cortesana de Europa fue muy frecuente en sus tertulias y saraos (bailes) en donde se distraían al ritmo de danzas, contradanzas, mazurcas, polcas, jotas y algunos romances a cargo de señoritas aficionadas al canto. Es importante mencionar el papel que desempeñó un reducido número de esclavos dedicados al servicio doméstico, pues su contacto directo con la música y danza de sus amos, les permitió iniciar el proceso de asimilación, difusión y cambio de estas manifestaciones culturales europeas.

La religión católica con sus festividades de San Juan y Navidad, influye profundamente en el canto religioso popular de los esclavos, que gradualmente fueron substituyendo divinidades y ritos por salves a la Madre de Dios, trisagios, arrullos a los santos y al Niño Dios, balsadas fluviales y en honor a San Juan y para la Navidad.

El aporte cultural africano más fuerte y arraigado está en el currulao y el bunde, en el grupo musical constituido por marimbas de Chonta, conunos macho y hembra, bombo y el antiquísimo canto antifonal africano a cargo de las "cantaoras"  y "repondeoras"  que se acompañan con los guases (maraca tubular africana).

Música de los llanos  orientales

Los aborígenes fueron tomando a su manera y sentir el canto popular español y los instrumentos de cuerdas (guitarricos, vihuelas, violines, arpas) que introdujeron los jesuitas y fueron mezclándose con carracas, maracas (capachos), y aun tomando la popular  de los campesinos españoles emigrantes.

No hay comentarios:

Publicar un comentario